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Seguridad y tranquilidad en tiempos de COVID19

Por María Mercedes Dávalos V - noviembre 23, 2020
Nuestro país no ha sido la excepción, y una enfermedad que se creía lejana, ha golpeado con dureza. Directa o indirectamente, hemos sufrido sus efectos.

En estos difíciles meses hemos sido testigos de situaciones dolorosas para muchas familias. El virus entró en numerosos hogares, causando dolor, secuelas irreparables, muerte; y, por otro lado, el inevitable impacto económico producido por las medidas desesperadas adoptadas para afrontar la enfermedad y salvar la vida del ser querido. Esto, en muchas ocasiones, ocasionó la quiebra de varios núcleos familiares. Algunos de ellos, que no tuvieron seguros médicos o de vida contratados con anterioridad, acudieron a hospitales o clínicas privados, y tras semanas de atención en unidades de cuidados intensivos (UCI), recibieron planillas por pagar inimaginables.
 
No es raro ver en las redes sociales mensajes solicitando ayuda, así como publicaciones en las que se difunden y organizan rifas o eventos virtuales para recaudar fondos y solventar parte de la deuda hospitalaria. La respuesta de la gente, con admirables gestos de desprendimiento y solidaridad, no se ha hecho esperar, pero cualquier respuesta será muy pequeña en comparación con el valor real de una deuda hospitalaria de tales dimensiones.
 
Así, el escenario de familias destrozadas por la pérdida de un ser querido y endeudadas en montos insospechados, ha implicado un giro dramático respecto a una normalidad que quedó en el pasado.
 
Este panorama desolador sería diferente, al menos desde el aspecto económico, si estas mismas familias hubieran tenido seguros médicos y de vida. El dolor y el vacío por la pérdida del ser querido definitivamente no cambiaría, pero la angustia por la deuda contraída estaría a cargo de la aseguradora, y eso de por sí, constituiría un alivio importantísimo.
 
Pese a estos dolorosos ejemplos y sus consecuencias, la mentalidad de nuestra sociedad no ha cambiado mucho. Seguimos pensando que es más importante asegurar el vehículo, la casa, y otros bienes materiales, sin dar la prioridad que se merecen a la salud y a la vida. Por ello, es imperativo que seamos parte del cambio de esas concepciones, para atender de manera apropiada y oportuna a lo más valioso que tenemos: nuestra salud y la de nuestras familias.
 
Confiemos en que después de todo lo que hemos vivido y presenciado en este tiempo de cuarentena, le demos más atención a aquello que de verdad importa: nuestra salud y la vida. Esa debería ser una de las lecciones aprendidas: asegurar la salud y la vida es precautelar la seguridad económica de la familia.
 
Desde el sector asegurador y en especial desde ZHM Seguros queremos coadyuvar para que la atención que se debe dar a la salud y la vida no sea un mero enunciado, sino que, como parte del necesario cambio de mentalidad que se debe producir en nuestro medio, sea uno de los factores de mayor atención para la sociedad, y específicamente, para nuestros asegurados.
 
Es por eso que, considerando que desde hace algunos años el mercado de seguros en el Ecuador ofrece productos variados y asequibles, incluyendo aquellos que están pensados para escenarios más complejos desde cualquier punto de vista, con montos de cobertura importantes y con costos realmente razonables, ofrecemos nuestros servicios, basados en la responsabilidad, la ética y la honestidad, para que nuestros asegurados, actuales y futuros, tengan el respaldo de contar con verdaderos aliados que les permitan acceder a las mejores opciones de seguros de vida y asistencia médica.
 
 

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